- Apagar las luces que no se utilicen.
Muchas veces permanecen encendidas y a la larga generan un consumo importante.
Con respecto a los fluorescentes se suele pensar que si no se apagan, gastan menos que si se encienden varias veces. Esto no es así y, al igual que ocurre con las bombillas normales, es mejor tenerlos apagados mientras la habitación esté vacía.
- Utilizar bombillas de bajo consumo.
Con ellas se puede ahorrar hasta un 80% de la energía eléctrica con respecto a las incandescentes y duran ocho veces más.
- Las lámparas electrónicas tienen una vida más larga y consumen menos que las de bajo consumo convencionales. Además aguantan un mayor número de encendidos y apagados.
- Pintar con colores claros.
Cuando se vaya a renovar la casa hay que tener en cuenta que los tonos claros en las paredes y en los techos permiten aprovechar mejor la luz natural y, por tanto, ahorrar energía eléctrica.
Vamos con la experiencia
- En primer lugar hacemos dos agujeros uno al lado del otro en la tapa del tarro. Unos 3 cm.
- Pasamos 5 cm de cable eléctrico por cada agujero. Pelamos ligeramente el extremo de cada cable.
- Cortamos un trozo de cable de 6cm. Extraemos uno de los filamentos de cobre y lo enrollamos alrededor del clavo.
Mi pequeño manual de experimentos |
- Retiramos el clavo y unimos el filamento de cobre a las dos extremidades de cable fijadas a la tapadera del tarro.
- Cerramos el tarro y tapamos con un poco de plastilina los dos agujeros por donde pasan los cables.
- Unimos los cables a la pila y al interruptor.
¡A ver qué pasa!
- Cerramos el tarro y tapamos con un poco de plastilina los dos agujeros por donde pasan los cables.
- Unimos los cables a la pila y al interruptor.
¡A ver qué pasa!
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